Hay veces que la inconsciencia te empuja a hacer ciertas cosas. Me volví a tirar a la piscina y... por lo menos había agua.
Gracias a mi trabajo he aprendido que ser diferente ni es malo ni es motivo de vergüenza, y que las peores barreras son las que nos ponemos nosotros mismos. Si de verdad hay barreras, sólo habrá que esforzarse un poco más para conseguir lo que queremos. Ni más ni menos. Y precisamente ese espíritu de superación hace que los buenos resultados sienten mucho mejor. No hay nada imposible y cuanto más te cuesta algo, más y mejor saboreas el éxito.
Luego viene cuando perteneces a un grupo donde los buenos resultados dependen de todos y cada uno de sus componentes. En este caso un grupo de música. O piensas en el grupo o será mejor que te quedes en tu casa cantando en la ducha. La marcha de nuestro bajista dejaba dos opciones: una, buscar otro; otra, aprovechar que llevaba un tiempecillo practicando, por ese espíritu de superación del que hablaba anteriormente, e intentarlo conmigo. Siempre he sido jugador "de equipo", por lo tanto no quería tomar ninguna decisión que afectara ni retrasara las pequeñas pero firmes aspiraciones de nuestra banda. Cantar mal es una cosa, pero hacerlo mal y tocar a la vez (peor aún) el bajo...
Antes de seguir, y mirando un tiempo atrás, una tarde del año pasado había un bajo en el almacén de los locales donde ensayábamos (MDN) y me dio por cogerlo. Pocas veces había cogido una guitarra o un bajo de mis compañeros, porque me daba vergüenza. No sabía ni qué hacer cuando se presentaba la ocasión si tenía que sujetárselo a alguien por la razón que fuera (seguimos hablando de instrumentos musicales jeje). Yo mismo me cerraba a esa posibilidad. Pero haber aprendido durante este tiempo con el grupo ciertas cosas de música me encendió la bombilla. Me creó dudas para bien. Algo me decía que había alguna posibilidad de cambiar las cosas. Pues bien, cogí ese bajo del almacén y tuve buenas sensaciones. Sin pensármelo dos veces decidí que me iba a comprar uno. Estaba cansado de componer con el Guitar Pro, quería hacerlo tocando, investigando con mis manos... y el órgano tampoco solucionaba mi frustración con los instrumentos de cuerda. Antes, la canción "Cuerdas de acero" de Barón Rojo me emocionaba con tristeza. Ahora... bueno, esta parte viene luego. Total, que me pido un bajo malo en Thomann para ver qué pasa. Antes de tenerlo ya pensaba en cambiar el orden de las cuerdas, en si podría tocarlo con las cuerdas normal... mil demonios batallaban en mi cabeza. Y si no podía tocarlo quedaría bien colgado en mi habitación. Caprichitos que tiene uno. A mi manera fui cogiendo la forma de tocar. Al no poder pisar correctamente las cuerdas, no sonaba demasiado bien tocando con los dedos, así que probé con púa. La cosa mejoraba. Aún así, estaba seguro de que nunca (ya estamos con la palabrita "nunca") podría tocar el bajo en ninguna parte. El objetivo era sacarme la espinita del bajo y poder mejorar la composición de nuestras canciones. Nada más. Ya teníamos bajista y bastante hacía yo con cantar.
Pero incompatibilidades y discusiones varias hicieron, como mencionaba antes, que el grupo se quedara sin bajista. Yo seguía tocando bastante mal... y ¡CANTAR A LA VEZ! Estaba bien que yo quisiera superarme, pero no podía afectar al nivel del grupo. ¿Bajista nuevo o saltamos a la piscina? La suerte que tengo es que mis compañeros son también amigos... y saltaron conmigo. Desde el principio dije que iba a intentarlo, pero si veía que no llegaba sería el primero en mirar por el bien común y empezaríamos a buscar bajista nuevo. Por suerte para todos, la cosa va bastante bien y ahora somos los cuatro inconscientes que hablamos en verano del '95 de formar un grupo de rock los que seguimos en esta aventura, y estructurados como pensábamos entonces. En noviembre de 2012 empezamos con este nuevo proyecto llamado
EMBARRENA y creo que cada día estamos más contentos con cómo van las cosas.
EMBARRENA
Cada día tenemos más claro lo que queremos y cómo lo queremos.
Embarrena es una batería contundente; un bajo poderoso; guitarras ruidosas; voces rasgadas con rabia desbocada y letras crudas y metafóricas. Hacemos la música que nos gustaría escuchar. Influenciados, sobre todo, por grupos americanos de los '90 y por clásicos del rock nacionales e internacionales.
Dejo nuestros próximos conciertos confirmados, aunque seguro que habrá más:
Ahora siento "Cuerdas de acero" con la emoción que hay que sentirla, con alegría...
SALUD Y ROCANROL!!!!